sábado, 3 de agosto de 2013

LA ARGENTINA EXTREMA

La Patagonia argentina es casi dos veces más grande que Francia o España pero su población es menor que la de Lituania o Macedonia, con una densidad similar a la de los países semidesiertos como Mongolia o Namibia: apenas dos habitantes por kilómetro cuadrado. Además de su riqueza humana, entre sus costas y los Andes la Patagonia argentina contiene una esplendida variedad paisajista. El listado de sus bellezas y atractivos naturales es apabullante: ballenas, pingüineras, elefanterías y loberías; bosques petrificados y formaciones geológicas extraordinarias; saltos, ríos y torrentes ricos de salmonidos; manadas de guanacos y ñandúes; docenas de lagos y enormes glaciares; montes míticos como el Tronador, el San Lorenzo y el macizo del Torre-Chaltén; volcanes de los mas bellos de la Tierra como el Lanín; aguas y baños termales; bosques de araucarias, cipreces y varias especies de Nothofagus; depresiones bajo el nivel del mar y mesetas a gran altura. A todo ello se suma lo aportado por el hombre a través del tiempo: formidables sitios de pinturas rupestres; faros solitarios; enormes parques nacionales y cotos de caza mayor; viñedos y cultivos de frutas finas; enormes estancias ganaderas; grandes embalses, diques y paisajes petrolíferos; pueblos y ciudades, algunas de ellas llenas de encanto; centro de deportes invernales y caminos de rutas espectaculares, incluyendo la famosa Ruta Nacional 40.